No voy a fingir que no importa lo que ha importado tanto. Nada más no me quedo a seguir siendo aplastada. También te pones a salvo y ¿qué podría ser, sino legítimo y bueno?
Que te vaya muy bien.
En la parte final de la película, cuando ella baja del tren para ir corriendo a abrazarlo, él ya deveras no está, de alguna manera definitiva.
Gracias por los incontables detalles que me hicieron la mujer más amada del mundo.
Nos vendrá bien la normalidad...
Aunque tú y yo nunca somos definitivos.

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