Te pregunté algo, pregunté algo sobre la respuesta, alegué algo sobre la segunda respuesta. Claro que no es agradable, pero todos tenemos defectos: este es el mío.
Descansa. Ando por aquí. Ojalá pronto puedas quererme. Porque insistí, renegué; pero después me arrodillé a buscar tu cara y chupar tus dedos…
Que bueno Silvia!
ResponderEliminarno recuerdo si pasé antes por acá, me gusta :)
¡¡Gracias!! :)
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