He tenido años tristes -muy tristes-. He llorado muchas noches -algunas mañanas, muchas tardes-.
Ahora me recompongo.
Pero aún tienen poder las dedicatorias y la infinidad de gestos que me marcaron la espalda.
Algo de miedo siento.
Y lagrimeo.
Por Silvia Parque; licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 2.5 México.
Si por alguna vuelta de la vida te sentaras a lagrimear en un banco de una plaza donde yo estuviera sentada, te daría mi pañuelo. Y que te lo quedes mientras necesites, que no será para siempre.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Taty! ¡Gracias!
EliminarUn abrazo con mucho cariño.