Yo era "de manos", pensaba. Me besaron lo que quise y quien nunca echa en falta no aprecia igual. Pero una puede acariciarse a sí misma y no puede besarse una misma en la boca.
Tal vez sí haga falta un beso en particular. Podría ir a la esquina y me besarían, pero no es lo que me hace falta. Y tal vez hay mucha falta, porque ya no es fácil recrearlo: como que está muy lejos y apenas veo, sin humedad.
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