Cuando todo se mueve quieto

A veces, el mundo gira tan rápido que el centro de una se detiene, varado entre el pensamiento colectivo, el amor de unos cuantos y la vitalidad intransferible que guardamos en el vientre.

Publicado originalmente AQUÍ, en junio del 2012.


Licencia Creative Commons  Por Silvia Parque; licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 2.5 México

Más que más

Iba encontrándome cuando llegaste a inaugurar temporada: Silvia completa, Silvia desnuda, Silvia o ese otro nombre por el que me llamas.

Eres la cura de humildad para mi obstinación. ¿Qué iba a saber, sino un poco sobre mí? Estas ganas de llorar te darían risa, imagino.

Ríes bonito, hombre con todas las habilidades del mundo. Todo bonito, contigo. Me dejas más que satisfecha.


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Entrelazar

Nos pertenecemos. Nos debemos unos a otros. Cruzamos los caminos; encontramos un cuerpo tibio y agregamos la sensación a la memoria; soltamos algunas manos: nos tapamos la cara para estar solos. Nos hacemos daño porque dejamos por ahí un pedazo de lo que hemos sido y otro pedazo de lo que somos; porque se nos incrusta el pedazo de algo de un desconocido. Nos liberamos. Cortamos lazos, cambiamos de camino. Nos encontramos con un nombre distinto, en el momento de vivir, en el mejor momento. Solos, sin taparnos la cara, con los ojos abiertos. Y ahí estan todos los demás. Y les pertenecemos.

Publicado originalmente ACÁ, en el 2012.

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¿Qué poseemos?

"Pero sólo se posee lo que uno ha recibido y transformado, a lo que uno ha llegado gracias a otras personas o en contra de ellas".

Frase tomada del "Pequeño tratado de las grandes virtudes", de Comte-Sponville, un libro muy ameno y educativo, que se lee fácilmante y que hace el favor de compartir buena cantidad de referencias útiles. 

ESTA es la entrada de Wikipedia dedicada al autor.

La carretera

Este es un sencillo poema en un blog especial: lo escribe Luisa Sempere, la mujer de un camionero -así se presenta-. 

A través de las publicaciones de Luisa he conocido algo de la forma de vida del gremio de su marido. Me gusta porque me recuerda lo valiosas que son las vidas de personas en las que a veces no nos fijamos o en las que no nos detenemos a pensar, porque no forman parte de nuestros círculos.


No es el viaje, sino el camino. 
 El corazón no sabe reconocer a un adiós 
 que se alimenta de kilómetros 
 una y otra vez en el transcurso de una vida.

AQUÍ el enlace para leer el poema completo.