Al parecer, la gente gasta de más en diciembre, y hasta se suicida más en diciembre. A muchos les parece que "las fiestas" son pura simulación de afabilidad que se desvanece al primer desencuentro del año nuevo. Pero incluso quitando la parte cristiana del asunto, que es sustancial, diciembre festivo tiene mucho de bueno si no estás amargado: tiene comida especial, reuniones, obsequios, decorado, villancicos, pastorelas. Claro que en gustos se rompen géneros; pobres de quienes justo se fastidian con lo más navideño de diciembre, como los villancicos y las pastorelas. Hay gente que para el día 25, está a punto de tirarse por la ventana. Afortunadamente para mí, disfruto todo el "montaje":
Qué cosa hermosa:
Yo quisiera poner a tus pies
algún presente que te agrade, Señor
mas tú ya sabes que soy pobre también
y no poseo más que un viejo tambor
ro pom pom pom,
ro pom pom pom
En tu honor frente al portal, tocaré
con mi tambor.